viernes, 26 de julio de 2013

AMOR, PASIÓN Y DOLOR: CICLO DE CINE ANÁLISIS

Guadalajara, Jal. 26 de julio de 2013 AMOR, PASIÓN Y DOLOR. Un acercamiento psicoanalítico a las relaciones amorosas a través del cine. Objetivo: Mostrar aspectos de las relaciones amorosas y sus vicisitudes, tratando de lograr una comprensión dinámica de los mecanismos que intervienen en los vínculos de pareja. Dirigido a: Personas interesadas en mejorar sus relaciones de pareja y en conocer los mecanismos que intervienen para incrementar su pasión y lograr una mejor satisfacción de su vida amorosa. Pueden asistir en pareja o solos, adolescentes y adultos. Objetivos: Reflexionar sobre las vicisitudes que surgen en la elección y mantenimiento de las relaciones de pareja, analizando 8 películas y tratando de responder a las siguientes preguntas: ¿Qué elementos intervienen en la atracción amorosa entre hombres y mujeres? ¿Cómo se puede mantener viva la llama del amor a pesar del paso del tiempo? ¿Por qué es tan difícil encontrar al amor de la vida, cuidarlo y preservarlo? ¿Cómo influye la historia personal en la elección de pareja? ¿La edad es un límite para enamorarse? Dinámica: se hará una breve presentación del tema de las relaciones amorosas que se abordará en cada película, después de su exposición se hará un análisis psicoanalítico de la trama y de los personajes. El público podrá participar activamente con sus preguntas, comentarios y aportaciones. Comentaristas: Psicoanalista Marco Antonio Pérez Mora y psicóloga María Elizabeth Zermeño Muñoz Lugar: Nelson 80, col Vallarta norte, Guadalajara Jal. Entre Justo Sierra y Golfo de Cortes. Fechas: 3 sábados de agosto, 3 sábados de septiembre y 2 sábados de octubre de 2013 de 19.00 a 22.00 horas. Informes: al 3615-1750 y en dr_ perezmora@yaho.com liz_zeremeno@hotmail.com Cooperación: $100.00 por conferencia. Si se inscriben a las 8 películas antes del 10 de agosto, tienen un descuento del 20% por lo que solo hay que pagar $640.00 por persona. La cuenta bancaria en la que pueden hacer su depósito es del banco HSBC numero 4003055431 a nombre de Marco Antonio Pérez Mora. Cupo limitado: previo registro llamando al tel. 3615-1750 o al correo dr_perezmora@yahoo.com Películas que apoyaran las conferencias. 1.- “¿Por qué los hombres no escuchan?” Con Benno Fürmann, Jessica Schwarz, Matthias Matschke, Annika Kuhl, (2007). Dir. Leander Haussmann. 10 de agosto 2.- “Diario de una pasión”. Con Ryan Gosling, Rachel McAdams, James Gardner y Genna Rowlands (2004). Dir. Nick Cassavetes. 17 de agosto. 3.- “Secretos de un matrimonio”. Con Liv Ullman y Erlan Josephson (1974). Dir. Ingmar Bergman. 31 de agosto. 4.- “Nuestro amor”. Con Bruce Willis y Michelle Pfeiffer (1999). Dir. Rob Reiner. 5 de septiembre. 5.- “Mejor imposible”. Con Jack Nicholson y Helen Hunt (1997). Dir. James L Brooks. 21 de septiembre. 6.- “Cartas a Julieta”. Con Vanessa Redgrave y Gael García B. (2010) Dir. Gary Winick. 28 de septiembre. 7.- “Elsa y Fred”. Con China Zorrilla y Manuel Alexandre (2005) Dir. Marcos Carnevale. 5 de octubre. 8. “Tu última oportunidad”. Con Dustin Hoffman y Emma Thompson (2009). Dir. Joel Hopkins. 19 de octubre. Nos dará mucho gusto contar con su asistencia y participación en este ciclo de cine. ATENTAMENTE. Dr. Marco Antonio Pérez Mora Psic. María Elizabeth Zermeño Muñoz. www.facebook.com/Drperezmora

miércoles, 8 de mayo de 2013

DIOS LOS HACE Y FREUD LOS JUNTA. TALLER PARA PAREJAS

DIOS LOS HACE Y FREUD LOS JUNTA. TALLER CONYUGAL

DIOS LOS HACE Y FREUD LOS JUNTA. TALLER CONYUGAL

Guadalajara, Jal. 8 de mayo de 2013 Hola, nos complace saludarlos e invitarlos el taller DIOS LOS HACE Y FREUD LOS JUNTA. TALLER PARA COMPRENDER LA INFLUENCIA TRANSGENERACIONAL EN LA ELECCION DE PAREJA. que impartiremos el sábado 25 y el domingo 26 de mayo sobre los aspectos transgeneracionales que influyen en la elección de la pareja y en la generación de los conflictos, así como en la calidad de vida de la pareja. Lo hemos titulado El taller se impartirá el sábado de 10 a 14 y de 16 a 20 horas y el domingo de 10 a 14 horas, con un total de 12 horas. La cooperación es de $1200.00 por persona y de $2000.00 por pareja e incluye un cd con todo el material que se impartirá, la elaboración del genograma personal y el de la pareja, la aplicación y calificación de algunos test sobre la vida sexual de la pareja y su manera de resolver los conflictos, así como los cofee breaks. TEMARIO EL CICLO VITAL DE LA PAREJA ¿Dios los hace y Freud los junta? Mecanismos de atracción inconscientes en la elección de pareja. LO TRANSGENERACIONAL A TRAVÉS DEL GENOGRAMA. Símbolos y relaciones de tres generaciones: ¿cómo hacer el árbol genealógico? ¿De tale padres tales maridos? ¿Cómo influye la historia personal en la elección de pareja? La importancia de conocer el árbol genealógico propio y el de la pareja. ¿Cómo afecta el lugar que uno ocupa en la familia de origen para elegir a la pareja? ¿Infancia es pareja? ¿Según cómo nos fue en la infancia será nuestra relación conyugal? Cuando se casan dos personas ¿se casan dos familias? Tipos de combinación de cónyuges. Test de autoevaluación. Test de intimidad sexual Test de respuestas ante las dificultades. OBJETIVOS Los participantes aprenderán a elaborar su árbol genealógico y cómo influyó en su elección de pareja. Descubrirán las motivaciones inconscientes que los llevaron a elegir a su pareja. Entenderán cómo influye el árbol genealógico de su pareja en su relación conyugal. Sabrán cómo aprovechar los aspectos positivos de su propia historia transgeneracional y los de su pareja. Aprenderán cómo cambiar los aspectos negativos de su historia transgeneracional. DIRIGIDO A LAS PERSONAS: Que quieran conocerse mejor para perfeccionar la calidad de su vida conyugal. Que estén abiertas a conocer formas diferentes de reaccionar en la solución de conflictos conyugales. Que deseen descubrir de qué maneras les ha afectado la historia de sus padres, abuelos y hermanos en la elección de su pareja. LUGAR Nelson 80, Col Vallarta norte, entre Justo Sierra y Golfo de Cortes, a 3 cuadras de la glorieta Minerva. TALLERISTAS Dr. Marco Antonio Pérez Mora, psicoanalista de adultos, psicoterapeuta de parejas, de niños y adolescentes, con más de 30 años de experiencia clínica. Durante más de 12 años escribió una columna sobre salud sexual en el periódico público y ha sido colaborador en varios programas de radio sobre salud sexual y emocional. Psicóloga clínica María Elizabeth Zermeño Muñoz, trabaja con adolescentes y adultos. Experta en evaluaciones y diagnósticos psicológicos, con más de 10 años de experiencia. Colaboradora en Radio Mujer 1040 de am en un programa sobre sexualidad humana. INFORMES E INSCRIPCIONES. Tel. 3615-1750 dr_perezmora@yahoo.com www.facebook.com/DrPerezMora liz_zermeno@hotmail.com Ojalá se interesen en asistir. Atentamente. Dr. Marco Antonio Pérez Mora

jueves, 26 de julio de 2012

CUANDO LA FAMILIA DESARMA A LA PAREJA.

Las relaciones conyugales y familiares son muy complejas y ricas en problemas y soluciones. Pueden llevar al individuo al Paraíso o al infierno. Cuando la familia se opone a la pareja, la sexualidad es el primer aspecto de la vida conyugal que se ve alterado por las angustias que giran sobre la misma. La paradoja es que quien le da origen a la familia, la pareja, es quitada del camino por su creación. Como si la pareja hubiera creado su Frankenstein. Es normal que durante el embarazo, sobre todo en el primero, la mujer tienda a replegarse sobre sí misma y que sobrecatexie su cuerpo en demérito de sus relaciones conyugales. El varón es el primero en resentirlo y llega a interpretar esta conducta como señal de abandono y de ya no ser amado por su pareja. Debido a que la mujer se encuentra concentrada en sí misma, por los cambios fisiológicos y psíquicos de su gestación, no se da cuenta del descuido en que se siente su cónyuge y tiende a mal interpretar sus demandas y reclamos de mejor atención. Como el hombre desconoce estos fenómenos, no comprende que su pareja requiere de una mayor comprensión y apoyo de su parte y esto los lleva a mal interpretarse, surgiendo los primeros mal entendidos, que si no se hablan a tiempo, suele dejar serias cicatrices en la relación. En muchos casos el varón recurre a la infidelidad como vía de escape durante el primer embarazo de su mujer, pues se siente como niño abandonado por ésta y busca refugiarse en los brazos de otra, de quien espera lo que cree haber perdido con su esposa. Ante este distanciamiento afectivo, la mujer suele sentirse más abandonada e incomprendida y se refugia más en sí misma depositando en su futuro bebe, sus ilusiones, expectativas e idealizaciones que su compañero ha dejado de lado. Lo mismo le puede pasar a la mujer, que ante su embarazo, tiende a disociar la maternidad de su sexualidad y se niega o resiste al contacto sexual con su pareja. De esta manera, el mal entendido retroalimenta al círculo vicioso y cada vez se incrementa más la distancia emocional y se hacen más débiles los lazos amorosos de la pareja. Cuando nace el hijo, uno de los dos o ambos, tienden a depositar en él sus expectativas para mejorar la relación y toda la energía libidinal se canaliza hacia el bebe, descuidando el mantenimiento de la relación conyugal. Es normal que durante los primeros días post parto, la mujer se concentre en el idilio con su bebe y se funda en la simbiosis con él, pero corresponde al padre rescatar a su mujer, alrededor de los 30- 40 días, de esa simbiosis, para sacarla de su ensimismamiento maternal y restaurarla en sus roles conyugales. Este rescate es beneficioso, tanto para la pareja, como para el bebe, que es ayudado a salir de dicha fusión simbiótica. Si bien es cierto que el bebe requiere de todo el apoyo paterno para sobrevivir, también lo es que la pareja requiere darse tiempo en cantidad y calidad para restablecer sus lazos conyugales que se han debilitado por la inversión libidinal en el hijo y en la maternidad y paternidad, así como por los temores despertados por estas funciones y que son reactivados por los núcleos no resueltos de la historia infantil de cada cónyuge. La llegada de los hijos suele despertar envidias y celos en los cónyuges, sobre todo cuando la catexia libidinal se vuelca sobre los niños. Son muchas las parejas que abdican su relación conyugal y se mantienen juntos solo por "el bien de los hijos", pero no se dan cuenta de que si les preguntaran a éstos, les recomendarían la separación ante las dificultades para armonizar su relación. Pero la ruptura conyugal no siempre se da con el nacimiento de los hijos, a veces se da desde el embarazo, como en los casos en que el hombre deja de tener relaciones sexuales con su joven y deseosa mujer, por temor a dañar al feto o porque el vientre de su pareja le recuerda al de su madre y las angustias edípicas lo paralizan impidiéndole el deseo sexual. Cuando se deja de tener contacto sexual por el temor al embarazo, los lazos se diluyen, pues la mujer se siente relegada y tiende a refugiarse más en su función maternal. Otras veces es el hombre quien se siente desplazado por el feto-hermano-rival que ha engendrado en su mujer, a la que mira con deseo y con temor. En otros casos la ruptura de los lazos afectivos de la pareja se da en cierta edad de los hijos, que coincide con hechos importantes ocurridos en la vida de alguno de los dos, cuando tenía la misma edad de su hijo, tendiendo así a repetir la historia, razón por la que el recuerdo, la repetición en la transferencia y la elaboración son de vital importancia en el psicoanálisis, para romper con la compulsión a la repetición. Después de la relación con los padres, las relaciones de pareja son el espacio en donde se ponen en juego una infinidad de escenificaciones afectivas en las que intervienen los mecanismos defensivos más primitivos. Pero también son el espacio en donde se puede reprimir, sublimar los más bajos instintos, idealizar, desplazar, etc. Es un lugar en que se ponen en juego las capacidades creativas y amatorias del ser humano. El narcisismo se nutre constantemente en una buena relación conyugal o muere de anemia libidinal en una tormentosa vinculación. Es triste ver como algunas parejas se apagan cuando el brillo de los hijos los opacan, por no poder diferenciar lo conyugal de lo parental. Es necesario que se de mayor atención a los mecanismos psicológicos que intervienen y a los que interfieren en las relaciones de pareja, para que se fortalezcan los primeros y se neutralicen los segundos. Existen instituciones dedicadas al cuidado y atención de los niños, de los adolescentes, de los ancianos y de la familia, pero no los hay interesados en el estudio y fortalecimiento de las relaciones de pareja. Si la cabeza no funciona bien, los pies darán traspiés. La pareja debe saber que se enfrentara a múltiples obstáculos a través de su larga o corta vida, pero que todos pueden ser sorteados con éxito si los enfrentan juntos y en equipo. dr_perezmora@yahoo.com

Inconsciente, sexualidad y albures.

Guadalajara, Jal. 5 de junio de 2012. Articulo para el programa de Radio U de G del jueves 7 de junio de 2012 Freud postulo que la mayor parte de nuestros actos están motivados por razones inconscientes, queriendo decir son ello que desconocemos el origen que motiva lo que hacemos. También planteo que muchos de nuestros deseos sexuales y amorosos tienden a ser reprimidos porque la familia y la sociedad los rechazan, de tal manera que se hunden en el inconsciente y tendemos a olvidarnos de ellos. Pero por otra parte, hablo de la fuerza de los deseos a través de la libido y de la agresión, lo que los hace aflorar por diferentes caminos: el cuerpo, los sueños, las fantasías, los actos fallidos y los chistes, son algunas de las manera en las que el Yo burla la censura impuesta por el Superyó y permite que afloren en la conducta y en la conciencia los contenidos que se han mantenido en el inconsciente. La sexualidad, en todos sus aspectos, suele ser reprimida desde la infancia y solo se le permiten ciertos desahogos. Si los padres son comprensivos, no regañaran al niño que explora sus aéreas genitales, ni amenazara al adolescente que se masturba, al contrario, los orientara y educara en el ejercicio libre y responsable de su sexualidad, para que sean adultos maduros y capaces de ejercer una vida sexual placentera y responsable. Pero la mayoría de la población tiende e a asustarse con las expresiones de la sexualidad de los niños y los reprime con amenazas muy fuertes para que abandonen sus intereses eróticos desde temprana edad. En los casos en los que la educación es permisiva y no agresiva, aun así los pequeños reprimirán una buena parte de sus deseos, como los edípicos que implican el deseo de posesión del padre del sexo opuesto y el anhelo de ocupar el lugar del padre del mismo sexo en el lecho conyugal. También reprimirán sus deseos de practicar una sexualidad para la que aun no están preparados. Los adolescentes tendrán que conformarse con la exploración autoerótica antes de iniciarse en la práctica de su sexualidad con alguna pareja, por lo que también reprimirán sus deseos, fantasías y curiosidad de exploración. En la vida adulta, los contenidos reprimidos buscaran aflorar a la conciencia y harán que la persona intente darle satisfacción a lo que se reprimió en el pasado. Si logran hacerlo adecuadamente y dentro de los cánones permitidos por la sociedad, desahogaran sus deseos sexuales sin consecuencias negativas y alcanzaran cierto grado de satisfacción que los dejará complacidos. Pero si la realidad se interpone o la conciencia de culpa es muy represora, cualquier deseo que aflore a la conciencia, vía sueños, albures, lapsus o fantasías, serán reprimidos nuevamente y en el caso en el que la persona se de permiso de expresar esos deseos, la culpa le pasará una factura con altos intereses, a menos que su conciencia moral no esté muy fortalecida, entonces dejará que afloren sus deseos sin control. Es el caso de los sociópatas sexuales que no les importa el daño que puedan causar con tal de obtener su satisfacción. Los hombres y las mujeres tienen maneras de burlar la censura impuesta por el superyó y de esta forma logran darle salida a sus deseos sexuales, que de otra manera permanecerían atrapados en el inconsciente. Mediante los chistes colorados, los albures, los actos fallidos y los lapsus linguae, así como a través de los sueños y de las fantasías, se pueden manifestar esos deseos, sin correr mayores riesgos. Los chistes sexuales, las bromas y los albures son una manera socialmente permitida para hablar del sexo, sin angustiarse. Se pueden burlar de la forma de los genitales, del valor masculino o femenino, de la potencia sexual, de la orientación genérica, etc. Ya Freud lo describía en su artículo “El chiste y su relación con el inconsciente” de 1905. A través de los sueños y de las fantasías, se puede disfrutar de lo que en la realidad está prohibido y no se encuentra al alcance de la mano, sin angustia, pues el soñante se justifica diciendo “solo fue un sueño” y tiende a no darle importancia. Los chistes, los albures, las bromas, las fantasías y los sueños nos ayudan a darle salida a nuestros deseos sexuales reprimidos, los cuales no nos atrevemos a reconocer por el temor a nuestra conciencia moral o “al qué dirán los demás”. Son opciones que nos facilitan el desahogo sexual sin poner en riesgo nuestra integridad ni la de los demás. En el caso de los chistes, las bromas y los albures, la risa es un complemento que aumenta el placer por permitirnos burlar al superyó, permitiendo que afloren los deseos que tenemos en el inconsciente. Las personas que no son capaces de reírse de sí mismas, que se enojan con los chistes, las bromas y los albures sexuales, tienden a enfermarse de su sexualidad o de su mente, en grados mayores que quienes si disfrutan la expresión sexual mediante estos mecanismos. Los actos fallidos, los lapsus linguae y los sueños y las fantasías son una herramienta que tenemos para dejar salir nuestra imaginación y darle cumplimiento a los deseos que se han mantenido insatisfechos porque la realidad no lo permite o porque en algún momento de la vida decidimos que era malo hacerlo. Marco Antonio Pérez Mora es Psicoanalista y psicoterapeuta de parejas. dr_perezmora@yahoo.com www.perezmora.blogspot.mx

¿ES INEVITABLE LA INFIDELIDAD?

Distintas encuestas hablan de que los porcentajes de la infidelidad, tanto masculina como femenina, rondan o superan el 50%, lo cual quiere decir que una de cada dos personas son o han sido infieles alguna vez en su vida. La infidelidad se entiende como la ruptura del pacto establecido, tácitamente, entre dos personas de que no establecerán relaciones ni amorosas, afectuosas ni sexuales con otra persona. Cuando cualquiera de los dos establece una relación de este tipo sin el conocimiento y el consentimiento de la pareja, existe infidelidad. La infidelidad suele romper matrimonios y corazones porque resulta traumático para quien sufre de la misma, enterarse de que ya no es la persona más importante para el otro (a). Darse cuenta de que el ser amado no corresponde por igual y que ha decidido establecer relaciones sexuales con un tercero (a) es muy doloroso para la mayoría de las personas, quienes llevadas por la desesperación se deprimen o piden el divorcio al infiel. En un alto porcentaje de casos de infidelidad, las causas son muy variadas y por lo general no existe un solo elemento. Tanto el infiel como la persona engañada, son coautores de la situación, aunque en la mayoría de las situaciones, la persona engañada no atina a reconocer cuál fue su participación en el proceso que gesto la infidelidad. Este proceso inicia con sentimientos de insatisfacción por parte del infiel, que puede o no haber manifestado a su pareja. El hecho es que el infiel ha venido arrastrando frustraciones en la relación que pueden ser de distinta índole, pero siempre afectando el vínculo que lo liga con la pareja engañada. Cuando se da la infidelidad sexual y amorosa, el problema se ha salido de control y el infiel ha decidió invertir parte de su libido en otra relación, en mayor demerito de la que tenia con su pareja engañada. Por regla general, el infiel se justifica argumentando soledad, incomprensión, agresión, insatisfacción sexual, carencia de valor propio dentro de la relación formal, falta de reconocimiento, etcétera. La persona engañada, cree que es víctima de la mala leche del infiel, sin atinar a comprender que puso su parte en el proceso de la infidelidad. Cuando cualquiera de los dos decide establecer relaciones sexuales con otra persona, está poniendo en riesgo la continuidad de su relación formal y en algunos casos lo hace para romper con ella. Incluso algunos infieles dejan pistas para ser descubiertos y de esta manera ser reclamados y corridos de la relación por la persona engañada. Así se pueden desprender de la relación sin mayores problemas. Otros buscan una relación extraconyugal, porque no son capaces de enfrentar el fracaso matrimonial sin antes tener una nueva relación. La infidelidad se produce como una forma de salir de un matrimonio insatisfactorio. Muchos infieles llegan a sentirse culpables pues la sociedad no acepta estas conductas, además de que ver sufrir a la persona que antes se amo, o peor aún, que se sigue amando, es también dolorosa para el infiel, quien llega a buscar ser castigado por su deslealtad. Cuando la infidelidad es solamente sexual y el infiel no se involucra afectivamente con la otra persona, el conflicto conyugal se puede resolver relativamente más fácil. De hecho muchas mujeres suelen perdonar una infidelidad sexual, con menor resentimiento, si están seguras de que su pareja no se enamoro de la otra mujer. A los hombres les resulta más difícil perdonar la infidelidad de su mujer, pues la cultura los ha educado para permitirse ser infieles pero no ser cornudos. Con el cambio de conductas sexuales, originado por el acceso de las mujeres al trabajo remunerado, cada vez hay más féminas que le dan salida a sus frustraciones conyugales, siendo infieles. Mantienen la relación conyugal por conveniencias sociales, por los hijos o por la economía, pero establecen relaciones extraconyugales que les resultan sexualmente más satisfactorias. A las mujeres les resulta más fácil ser infieles que los hombres. Ellas saben ocultar mejor cuando tienen un amorío, los hombres son más obvios y más fácilmente se delatan. Las mujeres pueden haber estado con el amante y aceptar tener relaciones sexuales con el marido y éste no se da cuenta, en cambio si ellos han tenido placer sexual con la amante, difícilmente podrán tener sexo con su mujer: porque no la desean y/o porque no pueden tener varios coitos en el corto plazo. En cambio las féminas son más hábiles para ocultar sus sentimientos cuando se han decidido a ser infieles. Sin embargo, muchas mujeres se involucran afectivamente con el nuevo amante, en cambio los varones lo hacen principalmente por el sexo, el afecto surge después. Por otra parte, ellos reflejan más fácilmente cuando están involucrados en otra relación, pues cambian sus hábitos higiénicos, sus rituales, sus horarios y su manera de arreglarse. Se ausentan sin motivo de casa y suelen ser más descuidados en los detalles que delatan su infidelidad, como los olores, los horarios, etcétera. La infidelidad puede ser evitada cuando se fortalece el vínculo amoroso y sexual mediante el dialogo, la convivencia cercana y afectiva, cuando la pareja aclara los malos entendidos y cuando unen esfuerzos para salir de sus crisis. Cuando se escuchan ambos en sus necesidades sexuales y amorosas y cuando tienen deseos de complacer al otro por el simple placer de complacerlo (a). También se evita cuando ambos deciden que pueden establecer otros vínculos sexuales o amorosos con la anuencia de la pareja. En estos casos no existe la infidelidad pues no hay el engaño que la define. Cuando se ha dado la infidelidad, es recomendable buscar ayuda profesional para ayudar a la pareja a restaurar la relación después del daño emocional experimentado. En este auxilio se debe buscar las causas que motivaron la infidelidad y ayudar a la pareja a tomar conciencia de las mismas para evitar su repetición en el futuro. Es importante ayudarlos a reconciliarse y a comprender las motivaciones del infiel, el dolor del engañado (a) y la coparticipación de ambos en el proceso. La infidelidad no debería ser causa de la ruptura conyugal, cuando así sucede, es porque la relación ya estaba deteriorada, solo fue la gota que derramo el vaso.