miércoles, 16 de diciembre de 2009

EL ORGASMO.

EL ORGASMO.

Para muchas personas el mecanismo fisiológico del orgasmo sigue siendo un misterio y para otras alcanzarlo es una odisea. Sin embargo casi todo el mundo busca lograrlo en cada experiencia sexual, pues se reconoce como una experiencia sumamente placentera, aunque no dure más allá de 4 a 10 segundos. Es una respuesta que se acompaña de convulsiones involuntarias, que alivia la tensión acumulada en las fases previas de excitación y meseta y es la cima de la satisfacción sexual y emocional y la antesala del fin de la experiencia sexual.

La diferencia principal entre el orgasmo femenino y el masculino es la eyaculación en éste último. Las investigaciones realizadas por Kinsey y Masters y Johnson, reportaron que las descripciones realizadas por hombres y mujeres no mostraban diferencias significativas en relación a cómo ven el orgasmo uno y otro sexo, lo cual confirma el hecho de que las sensaciones son muy similares en ambos sexos.

La respuesta orgásmica se caracteriza por un aumento de la presión arterial y del pulso, la respiración es más profunda y rápida, los tejidos de la pelvis se congestionan con la sangre y se experimenta una sensación de liberación de la tensión en la explosión orgásmica, que retorna a los órganos genitales a su estado natural de relajación. La experiencia orgásmica se registra en el varón en el pene, los testículos, la próstata, las vesículas seminales y la zona pélvica. En la mujer son la vagina, el clítoris, el útero y la zona pélvica, aunque también intervienen los senos con sus pezones.

Al principio de la vida conyugal algunas mujeres no alcanzan el orgasmo por falta de experiencia y de conocimiento sobre el funcionamiento de su cuerpo. Si las cosas marchan bien en la relación de pareja, éstas logran tenerlo con el paso del tiempo y mediante la desinhibición que les da la confianza y el conocimiento de su pareja. Sin embargo, cuando los conflictos y desavenencias conyugales hacen su aparición, los problemas psicológicos afectan la capacidad orgásmica de muchas féminas. Algunas de éstas prefieren mantener una relación amorosa, basada en la comprensión el dialogo y el entendimiento, aunque no alcancen el orgasmo, pues para ellas es más importante la intima relación emocional que la descarga tensional. Sin embargo muchos varones se sienten incómodos si saben que su mujer no alcanza el orgasmo, pues creen que no son lo suficientemente capaces para excitarla y poderla complacer, razón por la que algunas mujeres suelen fingirlo para no preocupar a sus hombres.

Los hombres tienden a asociar la eyaculación con el orgasmo porque la descarga eyaculatoria suele coincidir con éste, pero hoy en día se sabe que los hombres pueden adquirir la habilidad de experimentar varios orgasmos antes de eyacular y de esta forma gozar más de su vida sexual. Eyaculación y orgasmo no son necesariamente sinónimos.
El orgasmo se puede alcanzar de diferentes formas: mediante la fantasía, a través de la masturbación, con el empleo de algunos consoladores y mediante el coito. La mayoría de las personas reconoce que los mejores orgasmos son los que se tienen con la persona amada mediante un intercambio sexual placentero y amoroso. A pesar de que muchas mujeres refieren que la penetración vaginal es muy placentera, el orgasmo lo alcanzan más fácilmente mediante la estimulación manual u oral de su clítoris. No existe una sola manera de alcanzar el orgasmo, ni una sola forma de estimular a la pareja, pues lo que para un persona puede resultar muy excitable y placentero para otra puede ser incómodo y hasta molesto, por ello es importante el dialogo para conocer los gustos y preferencias de la pareja y no tratar de generalizar, creyendo que lo que para alguien fue bueno, tiene que serlo para el resto del mundo.

Las mujeres han dejado de ser el famoso “sexo débil”, pues se ha demostrado que la mayoría puede ser multi orgásmica, ya que bien estimuladas y excitadas por la relación con su pareja masculina, o femenina, según sea el caso, pueden tener más de cinco orgasmos en una sola experiencia sexual. Muchas de ellas refieren que el segundo o tercer orgasmo suelen ser más intensos que el primero. Las mujeres que han practicado la masturbación antes de su vida sexual activa, tienden a tener el orgasmo con mayor facilidad que aquellas que se reprimieron o inhibieron en su autoerotismo.

Algunos hombres logran tener más de un orgasmo antes de la eyaculación, pero son los menos. La mayoría se centra en el placer eyaculatorio y el periodo refractario es mucho más prolongado que el de la mujer. Mientras que ésta puede continuar en la fase de meseta por varios minutos más si la estimulación continua y es placentera, el varón necesita de un periodo de reposo antes de volver a tener una erección. Con la edad se le va dificultando cada vez más por los problemas circulatorios y la capacidad muscular para sostener la erección.

La persona, el ambiente y las condiciones emocionales en las que se tienen las relaciones sexuales inciden sobre la calidad y cantidad de orgasmos que se puedan tener. La pareja debe estar de acuerdo en las situaciones en las que desea tener sexo para que las cosas se faciliten y propicien alcanzar el orgasmo, el cual no necesariamente debe ser simultáneo, aunque se recomienda que primero lo tenga ella y después el varón, ya que si éste eyacula primero suele caer en un estado de relajación que lo duerme y lo lleva a dar por terminada la faena, dejando a su pareja sin la satisfacción anhelada. Para lograr buenos orgasmos, la pareja debe mantener una adecuada comunicación que les facilite el entendimiento, comprensión y fortalecimiento de sus lazos amorosos, los cuales coronaran con el placer orgásmico mutuo.