martes, 20 de abril de 2010

EL SEXO SENTIDO.

Guadalajara, Jal. 3 de febrero de 2009.
EL SEXO SENTIDO.
En las relaciones sexuales intervienen los cinco sentidos para conformar el sexo sentido que los integra en una especie de gestalt y facilita la experiencia orgásmica que tanto placer brinda. La vista, el olor, el tacto, el gusto y el oído intervienen en una buena relación sexual. Juntos provocan un placer que es mayor que la suma de todos ellos y que se sintetiza en el orgasmo.
Desde principios del siglo XX Sigmund Freud planteo que el desarrollo de la sexualidad era por etapas, iniciándose con la oral en el primer año de vida de los seres humanos, continuando con la anal durante la época del control de los esfínteres, alrededor del año y medio y hasta los tres años, fecha en la que surge la etapa fálica y el conflicto edípico, para pasar luego a una etapa de latencia, antes de entrar a la adolescencia y llegar a la adultez. En cada una de estas etapas predominan ciertos estímulos y zonas corporales que son privilegiadas para experimentar placer erótico. Freud descubrió que todas estas etapas brindaban un placer sexual parcial y que al llegar a la adultez todas se ponían al servicio de la relación sexual madura mediante la descarga sexual genital. Algo similar ocurre con los sentidos, solo que todos ellos tienen un estatus equitativo en la interacción sexual, aunque en algunas personas predominan unos sobre otros. En el caso de los hombres, la vista es primordial para la excitación sexual, en cambio para las mujeres es el oído y el olfato. La mayoría de los hombres se excita al pensar en tocar un buen cuerpo y creer que a la mujer le gustaran sus caricias, ellas por su parte, disfrutan de ser tocadas, pero debe existir un ambiente agradable a la vista y al olfato y son muy sensibles al oído. Cualquier ruido o mal olor las distrae y les baja la excitación.
Para que pueda darse una buena experiencia sexual, deben conocerse y conjugarse los cinco sentidos según el gusto de ambos participantes. Ellos deben comprender que a ellas les gustan cosas diferentes. Por ejemplo si a un hombre le atrae una mujer, es probable que los ruidos y el olor no sean tan importantes para el desarrollo de su excitación. Para él la vista y el tacto, así como el gusto serán lo fundamental. En cambio para ella tal vez sean más importantes las palabras, la música y los sonidos que rodeen la experiencia sexual, así como los olores que despida el cuerpo de él. Es por ello que la higiene es básica para que la mayoría de las mujeres disfruten de la experiencia sexual. El olfato de ellas es más sensible que el de ellos. Para el hombre un buen cuerpo sexual es más que suficiente para experimentar el deseo sexual, pero para ellas se requieren otros requisitos, tales como la voz que tenga, las atenciones que le brinde a través del tacto y el olor que despida su cuerpo.
Muchos hombres son capaces de hacerle sexo oral a su pareja sin importarles el olor que despide su vulva, en cambio la mayoría de las mujeres sienten rechazo por el sexo oral si el pene no está bien aseado. En los casos en que lo hacen, no experimentan placer como lo hace el hombre. Esto no quiere decir que a los hombres no les agraden las mujeres limpias y perfumadas, claro que les encantan, pero es más importante la vista que el olfato, razón por la que a los hombres les gusta más mirar, de allí el éxito de la lencería femenina y de las película pornográficas.
Sea cual sea la preferencia por alguno de los sentidos para experimentar excitación y placer sexual, los cinco sentidos entran en juego en el intercambio amoroso. Cuando la pareja cuida los detalles de cada sentido y establece un ambiente agradable y acogedor para tener relaciones sexuales, el éxito de la experiencia aumenta considerablemente. Cuando se conocen y respetan las diferencias y las preferencias en relación a los estímulos, la pareja tienen mejores posibilidades de tener relaciones sexuales mutuamente satisfactorias. Las atenciones que ambos se tengan para considerar los estímulos visuales, táctiles, olfativos, auditivos y gustativos de la pareja, serán fundamentales para asegurar el éxito de las relaciones amorosas cada vez que se tengan. Por ello es importante prepararse y arreglar el lugar y el momento para la experiencia erótica. El baño y el arreglo personal, el perfume corporal y de la habitación, el acomodo de los muebles, de la cama con sabanas limpias, la música de fondo, los aperitivos y la comida, las caricias previas y sobre todo las palabras amorosas que se profesen los enamorados, influirán de manera importante en el éxito de la experiencia erótica. Siempre valdrá la pena cuidar estos detalles, pues el orgasmo alcanzado siempre lo valdrá. Los cinco sentidos habrán estado al servicio del sexo sentido y del placer de la pareja sexualmente amorosa.